Llevar la “guasa” hasta la propia esquela
La verdad es que siempre asociamos la muerte con la tristeza, pero hay quien decide despedirse con una última broma, con una nota graciosa o con un epitafio.
Hay quien decide escribir su propia esquela como la que se publicó hace unos días en al diario ABC. La esquela era de Enrique Aldaz Riera, notario y escritor que falleció a los 72 años de edad en Barcelona.
Este buen hombre dejó escrita su propia esquela, en la que se podía leer:
“Enrique Aldaz Riera suplica perdón a sus deudos y amigos por haber tenido el atrevimiento de morirse sin su permiso. No lo hará más”, comienza el texto. “Sus afligidos, fundamentalmente él mismo, suplican una oración por su alma”.
“Era voluntad del difunto ser incinerado y que sus cenizas fuesen esparcidas en el mismo monte en que lo fueron las de su madre, pero, si por razón de la grave crisis que afecta al país, supusiese un excesivo gasto de energía, que le tiren al Llobregat”.
Por extraño que resulte no es un caso único ni aislado. Cada vez más personas deciden desdramatizar ese momento.
Fuente:cadenaser.com