Si quieres ayudar a alguien que ha perdido a su compañer@ de vida dale de comer
En este blog, ya hemos hablado sobre el duelo por la pérdida de un compañer@ de vida, pero vamos a intentar profundizar un poco más.
La soledad duele, pero hay ciertos momentos que se vuelven mucho más difíciles, perder a la persona con la que se solía comer todos los días, puede afectar a al estado de salud físico y mentar.
Los dos primeros años de viudez son los más complicados. Estudios realizados en Europa, China y Estados Unidos encontraron que entre las personas mayores, la viudez está asociada con una dieta pobre en calidad y variedad lo que lleva a una pérdida de peso.
El bienestar que provoca tener el estómago lleno, alivia de algún modo la pena por la pérdida sufrida.
Si comparamos dos abuelas y como cada una afronta la muerte del marido nos llama la tención que una de ellas, en los dos años que pasaron entre la muerte de su marido y la suya no sufrió ninguna enfermedad. Pero se le redujo el apetito hasta igualarse su consumo de comida al de su esposo antes de fallecer. La otra trató los alimentos como si fueran medicinas y eso fue una parte importante de cómo se cuidó a sí misma.
Elisabeth Vesnaver, investigadora de nutrición, descubrió que el riesgo de muerte es mayor en los dos primeros años que siguen a la enviudez y cree que la comida juega un rol importante en eso.
Además observó que las mujeres que disfrutaban más de cocinar antes de enviudar era a las que se les resultaba más difícil seguir haciéndolo tras la muerte de su marido. Les costaba encontrar la manera de comer solas. Sin embargo, a las mujeres que antes de la muerte de su pareja no eran muy amigas de la cocina, les resultó más fácil la transición de ocuparse solo de ellas.
Ya sabes, si no sabes qué decir a alguien que está de luto, con el simple acto de cocinar para ellos, o invitarlos a compartir una comida, puede ser un gran gesto para ayudarles.
Fuente: bbc.com
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