Cuando la muerte se acerca…
Conocer los síntomas de la agonía y cómo mitigar las señales puede ayudar a evitar el sufrimiento del paciente y de la familia.
A los pacientes les aterra sufrir síntomas como el dolor y la sensación de ahogo. Expertos en cuidados paliativos explican cuáles son los síntomas habituales en la fase agónica de una enfermedad termina y como se puede controlar para evitar un sufrimiento innecesario.
Los síntomas principales que tienen las personas que están a punto de fallecer son:
- Deterioro del estado de la conciencia (algunas personas conservan la lucidez hasta el final).
- Disnea o sensación de ahogo.
- Dolor.
- Alteración de la ingesta.
- Alteraciones psicológicas y cuadros de confusión.
Para evitar que los pacientes que están en la fase de agonía tengan dolor hay derivados de la morfina que se administran en dosis suficientes para frenar la sintomatología, pero no para avanzar la muerte.
La decisión de sedar a los pacientes siempre es fruto de un consenso, y se plantea cuando tiene síntomas que no se pueden controlar a pesar de los fármacos. Hay que conocer el deseo del paciente y la opinión de los familiares. El objetivo del equipo de paliativos, cuando no se pueden controlar los síntomas, es la sedación y no la eutanasia. Se trata de evitar un sufrimiento innecesario.
El deterioro cognitivo y la pérdida de conciencia antes de la muerte son mecanismos para defenderse de la agonía y no es preciso tratarlo.
El ahogo se puede tratar con la administración de oxígeno que, aunque no es un tratamiento para producir mejoras en la fase de la agonía, disminuye la sensación de ahogo.
Un síntoma que resulta inquietante para la familia son los estertores. Se trata de unos ruidos que se producen al final de la vida debidos a la acumulación de secreciones en los pulmones que se pueden aspirar, (es posible que en esta fase final el paciente no sufra).
La nutrición y la hidratación antes de la muerte son innecesarias, ya que el paciente no se muere por no comer, sino que no come porque se está muriendo. Hay algunos estudios que afirman que esta deshidratación en la fase terminal produce una liberación de endorfinas y cierta sensación de relajación. Además, en los últimos días no se experimenta sed por deshidratación.
Fuente: consumer.es
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