Nuestro inconsciente y la muerte
El filósofo Mario Bunge dice “la muerte no es un misterio para quien sepa algo de biología. La muerte no asusta a un ateo, porque sabe que nada podrá ocurrirle después de muerto”.
Ese miedo a la muerte se debe a dos hechos que ocurren en nuestro inconsciente:
- La muerte nunca es posible con respecto a nosotros mismos, la muerte es mala y se encuentra en el ambiente no en nosotros mismos. Para el ser humano es inconcebible morir por alguna causa natural o vejez.
- El ser humano no es capaz de distinguir entre un deseo y la realización de este (un hecho), eso provoca un conflicto entre el deseo y la realidad. Así, la persona se considera responsable de la muerte de otro en el sentido de que el deseo de matarlo y el hecho de la muerte genera culpabilidad.
El proceso del dolor lleva algo de ira, se depositan en la persona muerta dos sentimientos diferenciados:
- El amor que se ha tenido por esa persona a lo largo de la vida y que aún se tiene.
- El odio por la sensación de abandono que genera la pérdida del ser querido.
El miedo a la muerte surge como negación hacia la existencia de esta.
La creencia en una vida después de la muerte, en el Juicio Final o como tránsito, son condicionantes para la actuación de las personas en un sentido u otro. La creencia en el Más Allá, está presente en todas las sociedades y en todos los momentos históricos.