El perro es el mejor amigo del hombre y su muerte puede ser más dolorosa que la de una persona
Los perros son fieles y cariñosos, permanecen al lado de su dueño sin importar las circunstancias, más que un animal de compañía son parte de la familia.
La ciencia ha comprobado que los perros son capaces de interpretar las emociones, las intenciones de las personas y el lenguaje corporal.
Un perro nunca es solo un perro, para unos es un amigo, para otros es un hermano y para otros un hijo, por lo que su muerte duele igual o más que la de una persona. Evidentemente, para la gente que no ha tenido un perro no entiende el sufrimiento de las personas que lo pierden.
Cuando muere nuestro amigo peludo pasamos por un proceso de duelo en el que se pasa de la depresión a la aceptación, siendo más o menos dolorosa y difícil de superar.
Los psicólogos afirman que la muerte de un perro es tan dolorosa porque sus dueños no solo están perdiendo al animal, sino a una fuente de amor incondicional, a un compañero que ofreció seguridad y al que se cuidó como a un niño.
También afecta a la rutina, ya que en muchas ocasiones los dueños organizan sus horarios en torno a sus mascotas. Paseos, veterinario, viajes… momentos que ya no volverán y eso genera estrés.
El sentirse incomprendido y no tener un rito de despedida prolongan el dolor, reprimir las emociones que sentimos por la ausencia de nuestro amigo peludo, hace difícil afrontar su pérdida.
Lo mejor es hablar sobre su muerte y compartir los buenos momentos son clave para empezar a sentirse mejor.
Si ves que tu tristeza es muy intensa, se recomienda hablar con un psicólogo o un tanatólogo que te ayudarán a sobrellevar el proceso. No olvidarás a tu mascota, pero con el tiempo se aliviará la pena y eso te permitirá abrir tu casa a una nueva mascota.
Fuente:infobae.com
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