Es necesario normalizar la muerte como parte del proceso vital
La muerte sigue siendo el mayor tabú de la sociedad y el mayor de los misterios que arrastramos durante toda la historia de la humanidad. Es un tema incómodo que se suele evitar en la medida de lo posible.
Recordar a diario que vamos a morir, que podemos morir en cualquier momento provoca un cambio radical de paradigma que transforma por completo la forma en que vivimos. Nos invita a estar preparados para irnos, significa que hemos conseguido estar en paz con quienes somos, con las decisiones que hemos tomado a lo largo de nuestra existencia y con lo que nos rodea. Entonces, habremos conseguido sanar nuestras relaciones personales y no quedará nada pendiente. Nada importante por hacer, nada esencial que decir. Ya no habrá rencor, negativismo, ni frustración. En ese momento puede decirse que uno está preparado para irse y que puede fluir con el devenir de la vida.
Cuando pensar en la muerte asusta, suele ligarse a que no se ha vivido la vida como uno querría haberla querido vivir. En este caso lo importante es recordar que la vida es un cúmulo de experiencias.
Hablar de la muerte sana, aligera la angustia, la ansiedad y el pánico que hemos ido acumulando en nuestro interior durante años y que nos ha estado oprimiendo. Hablar de la muerte es una conversación unificadora, que no acerca uno a otros ya que se trata de un destino compartido por todos los seres vivos.
Fuente: elmundo.es
QUIZÁS TAMBIÉN TE INTERESE…
LA DISCRIMINACIÓN POR MOTIVOS DE EDAD SE CONOCE COMO EDADISMO
EL MITO DE LOS 10.000 PASOS AL DÍA
¿ES POSIBLE ENVEJECER DE MANERA SALUDABLE?