Los abuelos no son solamente una guía en el mundo de los niños
Los abuelos nunca mueren, se duermen en nuestro corazón y daríamos lo que fuera por volver a escuchar sus historias.
Es ley de vida, ellos tienen el privilegio de vernos nacer y crecer, nosotros seremos testigos de cómo envejecen y se van de este mundo. Ellos no son solamente una guía en el mundo de los niños, son los cómplices perfectos, siempre dispuestos a dar un abrazo haciendo de la vida un sinfín de risas, recuerdos felices y travesuras.
Enseñan paciencia a sus nietos mimándolos y dándoles su apoyo en los momentos complicados, con ellos los niños también aprenden a comunicarse de forma diferente y a expresar sus emociones. Saben manejar las situaciones utilizando y compartiendo sus historias y sus conocimientos adquiridos a lo largo de la vida. Eso hace que los niños vean las cosas desde otra óptica.
Transmiten el gusto por las cosas simples como la cocina, la jardinería, las tradiciones y las historias familiares.
Hay algunas personas que tienen el privilegio de tener a su lado a alguno de sus abuelos habiendo llegado a la edad adulta. En cambio muchas personas tuvieron que afrontar su muerte en la primera infancia, en la edad que aún no se entiende la pérdida y en la que los adultos la explican mal, como intentando dulcificar la muerte como si no doliera.
Cuando llega el momento de la despedida, enfrentar al muerte de los abuelos es muy difícil para nuestros niños y también para nosotros. Entonces aparece el lenguaje de un abrazo, una caricia, una sonrisa, un paseo por la tarde…, eso quedará para siempre en su recuerdo haciendo que las personas sean eternas.
Ese es el legado de quienes nos quieren de verdad.
Fuente: www.elclubdeloslibrosperdidos.org
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