Los bebés arcoíris
Para los padres que pierden a un bebé antes de su nacimiento (bebé estrella) se hace muy difícil intentar de nuevo tener un bebé. Cuando el dolor por el bebé perdido empieza a alejarse es cuando se piensa en tener un nuevo bebé.
Cuando llega la buena noticia de que la gestación va según lo previsto y pasados los nueve meses por fin llega el “bebé arcoíris”, el hermano del bebé estrella que no llegó a nacer con vida.
Este bebé llega para dar alegría en mitad de la oscuridad y son una nueva esperanza cuando ya se creía todo perdido.
Según datos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia entre el 10% y 20% de las gestaciones resultan fallidas y acaban en un aborto espontáneo. Las personas que pierden a sus hijos de esta manera deben atravesar una etapa de duelo, durante la que es importante afrontar y sobrellevar sentimientos como el enfado, la culpa, la depresión y la ansiedad.
Los bebés arcoíris llegan para iluminar la vida de sus padres, pero en ningún caso se puede pensar que su presencia reemplaza la del niño fallecido.
Es fundamental que las personas que estén cerca de la mujer y de su pareja que afronta un embarazo después de una pérdida sean cuidadosas con los comentarios, ya que a veces con la mejor intención se dice alguna frase para animar o consolar y el resultado es justo el opuesto al deseado.
Lo mejor que se puede hacer es acompañar y respetar, ya que una gestación después de una pérdida supone más desgaste físico y emocional que el habitual. Cuando el nuevo bebé llega, llena de luz la vida de sus padres.
Fuentes: guiainfantil.com – consumer.es
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