Donar a corazón parado

04 agosto 2022

La muerte de una persona está asociada a la parada irreversible del corazón, aunque esto no es muy exacto ya que la vida radica en el cerebro, concretamente en el sistema nervioso central y este muere en pocos minutos tras pararse el corazón.

Hay situaciones en las que pese a producirse la muerte del cerebro y por tanto del individuo, el corazón continúa latiendo si se mantiene a esa persona fallecida conectada a un respirador que le suministre el oxígeno necesario para sus órganos.

Esta situación de muerte encefálica solo se llega en medicina después de que aparecieran los respiradores y que ha hecho posibles los trasplantes de órganos de donante fallecido.

No es la única forma de donación en personas fallecidas. También es posible obtener los órganos tras la parada cardiaca, siguiendo una serie de pasos y dejando los tiempos necesarios, aún sin llegar a la muerte encefálica: es la llamada donación en asistolia o a corazón parado. Curiosamente, los primeros trasplantes renales e incluso el primer cardiaco de Barnard lo fueron a corazón parado.

En 2008 se gestó el PLAN DONACIÓN 40 por ser 40 donantes por millón de habitantes. Dos de sus puntos resultaron fundamentales para el futuro de la donación en España: la formación y colaboración con los urgenciólogos para detectar donantes potenciales fuera de las UCI, y la instauración de la llamada ‘donación en asistolia controlada’, una práctica entonces limitada a muy pocos países, casi todos anglosajones y ninguno de predominio católico.

Ambas líneas eran necesariamente convergentes, ya que un buen número de los donantes potenciales detectados fuera de las UCI solo podrían llegar a serlo a través de una extracción en asistolia por tener una situación clínica de muy improbable evolución a la muerte cerebral. Estas líneas de acción representan más de la mitad de los donantes de órganos en España, lo que supone salvar miles y miles de vidas.

Fuente:blogs.alimente.elconfidencal.com

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