Duelo por padres maltratadores
Por extraño que parezca, cuando muere un padre o una madre maltratadora, muchas personas lejos de sentir alivio, sienten un dolor inexplicable.
En muchos casos no saben muy bien como actuar, si deben ir al funeral o cómo tienen que actuar ante otros familiares.
La pérdida de un padre o madre que negó el derecho a sus hijos de una forma de amor saludable y enriquecedora, abre muchas heridas que no están sanadas, por lo que estas situaciones resultan más traumáticas de lo que parecen.
A veces, cuando los padres maltratadores fallecen, hay quien lo da todo por superado, pero en muchos casos el fallecimiento de un familiar que nos ocasionó sufrimiento, abre múltiples heridas del pasado. Las víctimas suelen tener la duda de ¿por qué lo hicieron? Y muchas veces se alberga la esperanza de que en algún momento, el progenitor sea capaz de explicar por qué lo hizo y que sienta la necesidad de pedir perdón, algo que no siempre sucede y eso abre otra forma de dolor.
La elección de acudir o no al funeral es sólo de la persona afectada, y se debe valorar los sentimientos que uno puede llegar a sentir para cerrar esa etapa. Es importante también vivir el duelo y por ello, es decisivo aceptar y reconocer cada emoción.
Sentimientos como la rabia son normales o sentir lástima por la muerte del progenitor son emociones válidas y es adecuado vivirlas para poder desahogarlas.
Muchas personas que han sufrido alguna forma de maltrato suelen alimentar sentimientos como: “tal vez si hubiera hecho esto aquello no hubiera pasado”, “tenía que haberle dicho esto y entonces habría pasado aquello otro”. Esto no ayuda y lo único que hace es intensificar el dolor original.
Fuente: lamenteesmaravillosa.com
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