¿Es posible prepararse para morir?
En la actualidad se tiene mucho más control sobre el propio destino, es posible que no se pueda planificar la muerte hasta el último detalle, pero la mayoría puede tomar una serie de decisiones médicas concretas, que ayudarán a determinar la manera en que moriremos.
La mayoría tiene la capacidad de establecer sus propias reglas o normas de procedimiento para los procesos médicos a los que se somete.
Además, en cualquier momento de la vida, tanto si está cerca la muerte como si no, uno puede reunirse con sus médicos y con los miembros de su familia para tomar estas decisiones tan importantes.
Y es que, dentro de ciertos límites médicos y legales, uno tiene la oportunidad de organizar cómo y cuando morir.
Hoy en día, si se padece una enfermedad fatal, se puede decidir ralentizar el avance de esta o se puede decidir no hacer nada para retrasar la muerte inevitable, se pue elegir morir en un hospital o en casa, que no nos administren nada para aliviar el sufrimiento o para decidir si se quiere estar inconsciente al final. Pero, si uno no toma estas decisiones, seguro que alguien las tomará por nosotros: los médicos, un familiar, un amigo… y en ese caso puede que el resultado no sea de nuestro agrado.
Al final la clave está en tomar el control en la toma de decisiones.
Lo correcto sería empezar con los planes cuando todavía uno tiene salud, la planificación es la mejor manera de llegar al final en paz. Cuanto antes decidamos sobre el tema más posibilidades tendremos de salirnos con la nuestra.
Fuente: Del libro Aprender a morir (Thomas Preston)
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