Juana: una papisa al frente de la Iglesia
Una leyenda de hace más de 800 años habla de la existencia de fuentes históricas que hablan de una mujer que llegó a ser Papa de la Iglesia Católica.
Los que creen en la veracidad de la leyenda, consideran que el papa Johannes Aglicus (nombre que habría utilizado la papisa Juana como hombre) existió y ejerció como cabeza de la Iglesia durante dos años y medio, entre los años 855 y 858. Pero este hecho no encaja con los que los documentos eclesiásticos oficiales establecen. Durante ese período se menciona a dos papa distintos: León IV y Benedicto III.
Juana llegó a Papa cuando éstos no se elegían mediante cónclave de obispos, sino por elección pública del clero romano. Según la leyenda, Juana nació en el año 822 al oeste de Alemania. Con el paso de los años comprobó como su hermano podía seguir estudiando y ella por ser mujer no, eso la llevó a considerar que la mejor opción para alcanzar sus pretensiones era hacerse pasar por un hombre. Fue entonces cuando se cambió el nombre por Johannes Anglicus y así pudo visita distintos monasterios y alcanzar amplios conocimientos.
Oculta tras la apariencia de un hombre, Juana será elegida Papa por unanimidad bajo el nombre de Juan VII.
Se tiene constancia de que durante su período como Papa mantuvo relaciones con hombres. Se quedó embarazada y durante una procesión desde al Basílica de San Pedro hasta Letrán se puso de parto rompiendo agua y dando a luz en mitad de la calle. Se dice que la ataron por los pies a un caballo y la arrastraron y lanzaron piedras hasta matarla. Otra versión asegura que Juana se arrepintió y se retiró a un convento y su hijo llegó a convertirse en obispo de Ostia (Roma).
Fuente:espaciomisterio.com
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