Cuando las creencias dominan a la persona y la llevan a matar

15 abril 2021

Hay personas que creen haberse convertido en vampiros o en hombres lobo y como tal, cometen crímenes terribles.

La figura del asesino ha generado una particular mitología, no importa lo atroz, sangriento o feroz que sea el homicidio y con el tiempo, los que viven inmersos en ese mundo terminan por insensibilizarse.

El crimen no destruye solamente a la víctima, también destruye la vida de su familia y despedaza la familia del criminal, estigmatizada socialmente para siempre y los criminales más brutales han continuado seduciendo a las masas tras ser capturados. Incluso los más sanguinarios y despiadados han continuado seduciendo a las masas una vez capturados y condenados.

Asesinos en serie que reciben cientos de cartas de admiradores mientras estaban en prisión e incluso llegan a casarse en la cárcel con sus admiradoras. Los médicos tienen nombres para esas parafílias que convierten a los terroristas, violadores y asesinos en serie en objeto de deseo: hibristofilia y enclitofilia.

Muchos asesinos esgrimen argumentos como atenuante o eximente de sus crímenes, cosas como: que eran adoradores de Satán, otros se creían vampiros y algunos incluso afirmaban perder la forma humana y convertirse en lobos durante los asesinatos. Son criaturas sin alma ni empatía, capaces de matar, descuartizar y beber la sangre o comer la carne cruda de sus víctimas, motivados por una necesidad vital para sobrevivir.

No todos los que se creen vampiros o hombres lobo, cometen asesinatos. Algunos van a mataderos a solicitar amablemente poder beber la sangre de los animales, otros lideran cultos luciferinos y otros compran carne cruda para poder comerla. Pero todos tienen algo en común: sus creencias.

Fuente:espaciomisterio.com

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