En el purgatorio permanecen las ánimas que esperan a que Dios les conceda la paz del cielo
Cuenta la tradición que las ánimas benditas permanecen en el purgatorio penando alguna fechoría. No hay alma que necesite más de nuestros rezos que aquellas que se encuentran en el purgatorio deseando seguir su camino hacia el paraíso.
Parece que para ganarse su porción de cielo están dispuestas a satisfacer nuestras peticiones, por lo que hay que tener mucho cuido con lo que les pedimos.
Las ánimas están en el purgatorio penando terribles sufrimiento porque sus pecados las dejaron lejos de alcanzar la gloria. A menudo aparecen representadas como los espíritus de los difuntos que, lejos de descansar en paz, pueden provocar grandes tormentos a los vivos.
Existen multitud de testimonios que hablan de casos vividos como el vivido por unas niñas en Bogotá “Nosotras éramos muy pequeñas, tendríamos unos cuatro o cinco años. En la segunda planta de nuestro edificio vivía una señora que tenías tres hijos terribles a los que no podía aplacar. Nuestra abuela, que era de Boyacá y muy religiosa, le aconsejó que rezara una novena a las ánimas benditas, porque ellas de seguro se los iban a poner firmes. La señora, convencida, hizo la novena a las ánimas. Y cuando terminó, justo al día siguiente, bajó a contarle a mi madre y a mi abuela el resultado: los chicos habían recibido una tunda terrible a manos de las ánimas benditas. Ella relató que no había escuchado nada en la casa, ningún ruido, pero que a los muchachos les habían sacado por los pies de la cama, les arrastraron, les lanzaron al techo y les propinaron una paliza bestial. Los muchachos, desde aquel día, no volvieron a dar ni un solo problema a la madre.”
Fuente: espaciomisteiro.com
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R.I.P