
Este virus nos cambia hasta la identidad
Fallece una anciana y se comunica por error el fallecimiento de otra. Parece que las dos mujeres viajaban juntas en una ambulancia que sufrió una avería en la A-54. Este motivo obligó a cambiar de ambulancia para completar el desplazamiento hasta la residencia de Os Gozos, donde las dos compartieron habitación.
El pasado día 13 falleció una de las ancianas falleció y por error se comunica que la finada era la compañera de habitación.
Los responsables de la residencia, al percatarse del error avisaron a la familia de Rogelia Blanco (compañera de habitación de la fallecida Concepción Arias), a la que se había dado por muerta de manera equivocada en la residencia de Ourense.
La sorpresa de la familia fue mayúscula, que tiene un certificado de defunción que deberá ser subsanado, del mismo modo que debe ser dada de nuevo de alta en la Seguridad Social para que pueda recibir la pensión que ayuda al pago de la residencia.
El error no se descubrió antes por que las cajas fúnebres llegan totalmente cerradas y precintadas por las medidas de prevención del COVID-19, y los familiares no pueden reconocer a sus seres queridos.
Concepción Arias lleva casi toda la vida en Xove, donde residió con su marido con el que no tuvo hijos.
Fuente: elprogreso.es
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