Parece que la ciencia localiza el alma

10 junio 2021

Uno de los mayores expertos en anestesia del mundo el Dr. Stuart Hameroff y el físico de Oxford Roger Penrose han descubierto unos elementos de las neuronas, llamados microtúbulos, que serían el nexo de unión entre nuestra alma y el cerebro.

Según el cardiólogo holandés Pim van Lommel famoso por haber dirigido la mejor investigación científica sobre experiencias cercanas a la muerte, está convencido de que la conciencia es no local, que no se encuentra en ningún lugar físico concreto, de modo que el cerebro actúa como un medio de comunicación entre nuestro cuerpo y esa conciencia no local, que sería independiente de nuestro cerebro y por tanto inmortal. Es decir, conciencia sería sinónimo de alma o espíritu. “La información de la conciencia ‘desciende’ a nuestro físico y la de nuestros sentidos ‘sube’ a la conciencia. De otro modo difícilmente se puede explicar la continuidad de la memoria e incluso el funcionamiento del cuerpo, porque cada día mueren 50.000 millones de células y nacen otras tantas nuevas”.

El ADN es clave en ese proceso de intercambio: “toda la información contenida en el ADN de las células es igual, pero la función que toman es diferente. En realidad, aquello que ordena a la célula cómo tiene que funcionar es la conciencia no local”.

Este cardiólogo afirma que: Las células vivas emiten una luz coherente en forma de biofotones, un arroyo palpitante de decenas de miles de fotones por seg/cm2, que es aproximadamente cien millones de veces más tenue que la luz del día. Esta luz coherente y de intensidad muy débil, cuyo origen es el ADN, está vinculada a la comunicación intracelular, responsable directa de funciones biológicas como el crecimiento, la diferenciación y la división celular. Es lo que se conoce como bioinformación. El ADN parece ser el coordinador personal, directo e indirecto, de toda la información necesaria para el óptimo funcionamiento de nuestro cuerpo. Nuestro ADN individual recibe la información necesaria de ese espacio no local (la conciencia). De acuerdo con esta teoría, una cantidad vital de información inmunológica se almacena también en el espacio no local, directamente accesible en cada célula a través del ADN (…).

Fuente: espaciomisterio.com

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