¿Qué pasa con el perfil de una persona que está en las redes sociales y se muere?
Sabemos que el total de seres humanos vivos es del 10 % del total de seres humanos que en algún momento habitaron la tierra.
Pero el tema que nos preocupa es lo que ocurre con los perfiles que hay en las redes sociales de personas que ya están muertas. Por ejemplo, se calcula que actualmente hay entre 15 y 20 millones de usuarios de Facebook y cerca de 300.000 fallecieron en el 2013. Pero lo curioso es que en siete años la tasa se duplicará y se volverá a duplicar en siete años más. Lo más curioso del caso es, que si el número de nuevos usuarios decae, cerca del 2065, los muertos superarán a los vivos.
En la actualidad, un familiar cercano puede convertir el perfil de Facebook en un página conmemorativa, pero esto tampoco escapa a la polémica, surgen preguntas de difícil respuesta: ¿ese familiar debería tener derecho a acceder al correo?, ¿se permitirían los comentarios en la página conmemorativa?, ¿en qué lista de amigos aparecerían?.
¿Cómo hacer?
Google: “Gestión de cuenta inactiva” permite borrar el contenido (fotos, correos, videos), después de los meses inactividad que el usuario apunte como determinantes para desactivar la cuenta.
Facebook: según su política de privacidad, el perfil puede ser eliminado o convertir el perfil en una cuenta conmemorativa por petición de los familiares, “ayuda en facebook”-“informar sobre una violación”- “como aviso que un usuario a fallecido”, ahí aparecen dos opciones la solicitud del perfil en memoria o eliminar la cuenta.
Twitter: en esa red social también solicita datos a los familiares para cerrar la cuenta del fallecido, en el apartado “reportar violación” aparece la opción “cómo informar a twitter sobre un usuario fallecido. En esta red social se pide una declaración jurada notarial que certifique la relación con el fallecido, copia del DNI y certificado de defunción.
Instagram: es necesario enviar un email al soporte para que se realice este trámite.
En fin, no hay respuesta a tanta pregunta, lo que sí está claro es, que siempre habrá más muertos que vivos incluso en las redes sociales.