¿Y como gestionar tanto dolor?

¿Y cómo gestionar tanto dolor?

07 abril 2020

En la terrible situación en la que nos encontramos, donde todos los días se producen cientos de muertes, se hace necesario buscar alternativas que permitan despedirse de alguna forma de la persona fallecida. La prohibición de velar los cadáveres, acompañarlos y empezar un duelo en “calma” genera un grado de ansiedad muy alto en los familiares.

El duelo es el transcurso del proceso desde que se produce la pérdida hasta que se supera. En muchos casos la muerte se puede prever con antelación, entonces la elaboración del duelo puede ser previa. Es habitual que durante el mismo, se exteriorice el dolor con llanto, rabia, enfado o violencia, todas consideradas normales en ese momento.

Los profesionales tienen un papel primordial en esta situación y ayudarán a gestionar todos los sentimientos de manera que no provoquen daños emocionales irreversibles, buscarán la fórmula que permita encontrar la calma y la esperanza para superar el duelo.

Será un proceso largo y complicado…

En la elaboración del duelo hay algunos determinantes que son importantes y que se deben tener en cuenta.

Grado de parentesco.
Tipo de relación afectiva con el fallecido.
Carácter de la muerte.
Duración de la enfermedad y de la agonía.
Aspecto del cadáver.
Sexo del superviviente.
Ideas religiosas.
Soporte social y cultural.
Presencia de terceros a los que afecte la pérdida.

Hay diferentes tipos de duelo

Duelos bloqueados: es cuando se produce una negación a la realidad de la pérdida, donde hay una evitación del trabajo de duelo.
Duelos complicados: en este caso se producen conductas de riesgo sostenidas en el tiempo y de riesgo para la salud dentro del contexto de pérdida.
Duelos patológicos: es cuando la intensidad de los síntomas lleva a alguno de los miembros de la familia a dejar su vida laboral, social, académica, etc.

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