¿Dónde están los objetos más míticos de la historia?
A lo largo de la historia ha habido objetos con mayor importancia en algunas ocasiones que los dueños que las poseyeron. Algunos han quedado como leyendas en el imaginario colectivo, sin tener claro si realmente llegaron a existir y hoy en día su localización se discute.
Excálibur
La legendaria espada de Arturo conforma una de las leyendas más importantes del imaginario occidental. Hay diversas versiones, aunque la más aceptada es que el rey consiguió sacarla de una piedra demostrando así que le pertenecía. Parece, la espada habría desaparecido cuando Arturo, moribundo, ordenó a uno de sus caballeros que la arrojase a un estanque. El caballero (Lanzarote, Perceval, Bedivere, dependiendo del relato) obedece de mala gana, y entonces una mano vestida de seda blanca surge de la superficie del agua, la coge y desaparece con ella.
Santo Grial
Se trata del objeto más buscado del mundo, la copa en la que Jesucristo bebió durante la Última Cena y en la que José de Arimatea recogió su sangre cuando fue crucificado. No se sabe el lugar exacto en el que se encuentra, aunque hay dos sitios que destacan: el Santo Cáliz, en un relicario en la Catedral de Valencia que, según la propia web del templo, es “completamente verosímil que estuviese en las manos del Señor en la víspera de su Pasión, según los datos arqueológicos”, y el Sacro Catino, una increíble y misteriosa copa color esmeralda que se encuentra en la Catedral de Génova.
La Sábana Santa
Es otro de los objetos más importantes de la cristiandad. Se trata del sudario en el que se depositó el cuerpo de Jesucristo tras su muerte. También conocida como Sudario de Turín. Es una tela de lino que muestra la imagen de un hombre que presenta marcas y traumas físicos propios de una crucifixión, que mide 463 cm x 113 cm y que se custodia en Turín (de ahí su nombre) desde el Barroco. Aunque algunos quieren ver en ella el cuerpo de Cristo, cuando se dató mediante radiocarbono se situó su origen en la Edad Media.
Tesoros imperiales de Japón
Tres son los supuestos tesoros imperiales: la espada (símbolo del valor), el espejo (símbolo de la sabiduría) y un collar de joyas (símbolo de la benevolencia), conectados al ideal budista.
Nadie los ha visto nunca, desde el año 690, la presentación de estos objetos al Emperador por un grupo de sacerdotes ‘shinto’ son, supuestamente, parte de la gran ceremonia de coronación, pero como esta no es pública, los objetos solamente pueden ser vistos por el emperador y algunos sacerdotes. Se cree que cada uno de ellos se encuentra en un lugar: la espada en el Templo Atsuta en Nagoya, la joya o joyas en el Palacio Imperial de Tokio y el espejo en el Santuario de Ise en la Prefectura de Mie.
La piedra filosofal
La piedra filosofal sería la que ayudaría a convertir en oro los metales más vulgares, curar enfermedades y otorgar la inmortalidad. No hay consenso sobre cómo es o si se trata solo de una metáfora, pero lo cierto es que no se sabe si existe ni dónde está.
Fuente:elconfidencial.com
QUIZÁS TAMBIÉN TE INTERESE…
EL EFECTO CUMPLEAÑOS: FAMOSOS QUE MURIERON EL DÍA QUE SOPLABAN LAS VELAS
SEGÚN LA HIPÓTESIS DE LOS ANTIGUOS ASTRONAUTAS VENIMOS DE LOS EXTRATERRESTRES
EL EXPERIMENTO QUE MIDIÓ EL PESO DEL ALMA